Hace años, llegó a mis manos, por azar azaroso del destino (que a veces nos juega tantas malas pasadas), un libro que había permanecido en el olvido durante más de treinta años. Se trataba de un libro escrito por Encarnación Aragoneses Urquijo, popularmente conocida bajo el pseudónimo de "Elena Fortún", y autora de una de las más recordadas sagas novelescas de literatura infantil en la época de la posguerra: "Celia".
Celia Gálvez de Montalbán se nos presenta, por vez primera, en el libro "Celia lo que dice", a la tierna edad de siete años, y a lo largo de sus páginas, podemos encontrarnos con una niña inquieta, imaginativa y con una manera un tanto peculiar de enfrentarse a las cosas. La infancia de Celia y la de sus hermanos (Cuchifritín, Teresina y María Fuencisla/Mila), se nos irá narrando a lo largo de otros tantos libros, hasta llegar al definitivo "Celia se casa", donde se narran los preparativos de la boda de Celia por labios de Mila, su hermana pequeña, de tan sólo ocho años.
Por increíble que parezca, en 1987 se publicó un nuevo ejemplar de la saga que había permanecido en el olvido durante más de treinta años; un libro donde se autora retomaba el personaje de Celia para narrar los horrores vividos en la Guerra Civil Española. Con el título de "Celia en la Revolución", su publicación se produjo gracias a la Editorial Aguilar en 1987, pero por razones que no alcancé jamás a comprender, el libro no se reeditó nunca más, y actualmente es considerado como un "objeto de coleccionista".
Baste decir que en todos aquellos enlaces donde se ponía a la venta dicho libro, su precio ascendía, por lo menos, a los 152€. Una barbaridad, si tenemos en cuenta que se trata de un libro; pero bien es cierto que, al ser imposible encontrarlo, es un precio que lo merece.
Recuerdo que, la primera vez que lo leí, fue con unos diez o doce años, y accedí al mismo gracias a la Biblioteca Pública, donde, extrañamente, poseían un ejemplar de tamaño tesoro. Recuerdo que lo devoré en un sólo día, y lo releí durante un mes entero, llegando a leerlo, por lo menos, en diez ocasiones.
Sinceramente, me impactó sobremanera, especialmente uno de los primeros capítulos, donde se relata la huída de Celia a su casa de Chamartín y, posteriormente, su estancia en una cercana guardería, para huir de los bombardeos que asolaban Madrid. Recuerdo, especialmente, una escena en la que una de las empleadas de la guardería, amiga de Celia, le narraba a la protagonista la imagen que habían vivido los niños del centro al presenciar, tras los muros de la guardería, la escena que a continuación os narro:
"Señorita, tras los muros del jardín hay unos hombres tumbados. Les entraban las hormigas por la nariz. ¡Qué risa!"
Una frase que, en su día, me sobrecogió sobremanera, ya que narraba cómo unos pequeños, de edades comprendidas entre los dos y los siete años, presenciaban la escena de unos hombres que, tras los famosos "paseíllos", acababan siendo fusilados tras los muros de alguna institución. Las descripciones sobre los horrores de la guerra, es francamente sobrecogedora...
Sin lugar a dudas, Elena Fortún sacrificó a Celia para hacernos llegar, por medio de sus palabras, los crímenes de un período de la Historia de España calificado como uno de los momentos más oscuros: una batalla de hermanos contra hermanos.
Un libro que sigo buscando y que, no os quepa duda, conseguiré algún día.
Celia Gálvez de Montalbán se nos presenta, por vez primera, en el libro "Celia lo que dice", a la tierna edad de siete años, y a lo largo de sus páginas, podemos encontrarnos con una niña inquieta, imaginativa y con una manera un tanto peculiar de enfrentarse a las cosas. La infancia de Celia y la de sus hermanos (Cuchifritín, Teresina y María Fuencisla/Mila), se nos irá narrando a lo largo de otros tantos libros, hasta llegar al definitivo "Celia se casa", donde se narran los preparativos de la boda de Celia por labios de Mila, su hermana pequeña, de tan sólo ocho años.
Por increíble que parezca, en 1987 se publicó un nuevo ejemplar de la saga que había permanecido en el olvido durante más de treinta años; un libro donde se autora retomaba el personaje de Celia para narrar los horrores vividos en la Guerra Civil Española. Con el título de "Celia en la Revolución", su publicación se produjo gracias a la Editorial Aguilar en 1987, pero por razones que no alcancé jamás a comprender, el libro no se reeditó nunca más, y actualmente es considerado como un "objeto de coleccionista".
Baste decir que en todos aquellos enlaces donde se ponía a la venta dicho libro, su precio ascendía, por lo menos, a los 152€. Una barbaridad, si tenemos en cuenta que se trata de un libro; pero bien es cierto que, al ser imposible encontrarlo, es un precio que lo merece.
Recuerdo que, la primera vez que lo leí, fue con unos diez o doce años, y accedí al mismo gracias a la Biblioteca Pública, donde, extrañamente, poseían un ejemplar de tamaño tesoro. Recuerdo que lo devoré en un sólo día, y lo releí durante un mes entero, llegando a leerlo, por lo menos, en diez ocasiones.
Sinceramente, me impactó sobremanera, especialmente uno de los primeros capítulos, donde se relata la huída de Celia a su casa de Chamartín y, posteriormente, su estancia en una cercana guardería, para huir de los bombardeos que asolaban Madrid. Recuerdo, especialmente, una escena en la que una de las empleadas de la guardería, amiga de Celia, le narraba a la protagonista la imagen que habían vivido los niños del centro al presenciar, tras los muros de la guardería, la escena que a continuación os narro:
"Señorita, tras los muros del jardín hay unos hombres tumbados. Les entraban las hormigas por la nariz. ¡Qué risa!"
Una frase que, en su día, me sobrecogió sobremanera, ya que narraba cómo unos pequeños, de edades comprendidas entre los dos y los siete años, presenciaban la escena de unos hombres que, tras los famosos "paseíllos", acababan siendo fusilados tras los muros de alguna institución. Las descripciones sobre los horrores de la guerra, es francamente sobrecogedora...
Sin lugar a dudas, Elena Fortún sacrificó a Celia para hacernos llegar, por medio de sus palabras, los crímenes de un período de la Historia de España calificado como uno de los momentos más oscuros: una batalla de hermanos contra hermanos.
Un libro que sigo buscando y que, no os quepa duda, conseguiré algún día.