A menudo, la fórmula más aparente, tácita y ritual, aplicable a las múltiples ceremonias de enlace, es la que suele expresarlo todo. No sólo como forma a partir de la cual dos personas manifiestan su intención de pasar juntas el resto de su vida, sino de todo un Universo de sensaciones, sentimientos e ilusiones.
SÍ, QUIERO... ESTAR A TU LADO.
SÍ, QUIERO... SER YO MISMA.
SÍ, QUIERO... SOÑAR.
SÍ, QUIERO... CONSEGUIR MIS OBJETIVOS.
SÍ, QUIERO... SONREÍR.
SÍ, QUIERO... COMPARTIR MI VIDA CON TODOS VOSOTROS.
SÍ, QUIERO... CAMINAR A VUESTRO LADO.
SÍ, QUIERO... SER FIEL A MIS PRINCIPIOS.
SÍ, QUIERO... VIVIR.
Y el último, y no menos importante: SÍ, QUIERO, como tal. Afirmación Universal, por medio de la cual, me comprometo a afrontar todo lo que venga, sea bueno o malo. Lo malo, para aprender de ello; lo bueno, para disfrutarlo.
SÍ, QUIERO... PASAR EL RESTO DE MI VIDA JUNTO A TI, MI AMOR.
AUFERAT HORA DUOS EADEM (QUE MURAMOS JUNTOS A LA MISMA VEZ).