Ya lo comenté anteriormente,pero, como ha surgido el tema, creo necesario dedicar un post especial a este tema (aparentemente tan controvertido) que surgió por primera vez de manos de Paulo Coelho por medio del libro titulado "A orillas del Río Piedra me senté y lloré" (que forma parte de una trilogía de libros titulada "...Y al séptimo día") y,recientemente, en "El Zahír" y "La Bruja de Portobello".
A través de las citadas obras, se nos pone en conocimiento de una no tan novedosa concepción sobre la filosofía vital en la que se nos presenta el culto a Dios no como un ser omnipotente de género masculino (aunque se niegue lo contrario); a través de ellas, se nos presenta a un Dios sensible, a un Dios que es la Tierra que nos rodea,un Dios que es el aire, un Dios que cuida del mundo, un Dios con rostro de mujer. muchos focos religiosos han tachado dicha concepción de "profana" (e incluso herética),pero en nuestra sociedad actual podemos apreciar ese supuesto rostro femenino de Dios por medio de la figura de la Santísima Virgen. Así,se puede considerar que Paulo Coelho no va en contra de la religión católica, sino contra todo extremismo, ahondando en los posibles puntos y entresijos de toda concepción. No rompe ningún dogma.
Pero, volviendo a una de las obras citadas ("El Zahír") y a la controvertida cuestión del rostro femenino de Dios,cabe señalar un dato de especial interés que,no obstante,ya se ha barajado en numerosas ocasiones.Me refiero al mito/milagro de lo acontecido en Lourdes a Santa Bernardette Soubirous.Todos sabemos que en la gruta del pequeño pueblecito francés (cuna de las peregrinaciones actuales) la joven asistió a la aprición de una imagen "ataviada con un vestido blanco,manto celeste y rosas amarillas en cada pie"; hasta ahí, todo bien.Lo que apenas ha llegado hasta nuestros días,por medio de numerosas fuentes, es que esas apariciones no eran de una mujer (como atestiguó en su momento la propia Bernardette), sino de una niña, de ahí que la Santa mostrase su oposición a la colocación de una estatuta en la gruta de Lourdes que representaba a una mujer.Aunque este hecho no o no ha sido demasiado controvertido debido a ¿política de intereses? No lo sé, sólo el tiempo lo dirá.
Ahora bien,con esto no quiero,ni mucho menos,desmitificar el mito o milagro de la Santísima Virgen, pues esta (como muchas leyendas y milagros han atestiguado) se ha presentado ante los seres humanos con forma de niña en numerosas ocasiones, lo cual no quiere decir en ningún momento que aquella aparición que presenció Bernardette no fuese la Virgen.
Dios, como bien se dice en el Evangelio, "tiene muchas moradas", y por tanto, tiene también muchos rostros.¿Por qué no un rostro femenino?En este punto, Paulo Coelho tan sólo sigue los dictados de su corazón,y sabe que en ocasiones el corazón lleva al final del camino y al origen de la verdad.
A través de las citadas obras, se nos pone en conocimiento de una no tan novedosa concepción sobre la filosofía vital en la que se nos presenta el culto a Dios no como un ser omnipotente de género masculino (aunque se niegue lo contrario); a través de ellas, se nos presenta a un Dios sensible, a un Dios que es la Tierra que nos rodea,un Dios que es el aire, un Dios que cuida del mundo, un Dios con rostro de mujer. muchos focos religiosos han tachado dicha concepción de "profana" (e incluso herética),pero en nuestra sociedad actual podemos apreciar ese supuesto rostro femenino de Dios por medio de la figura de la Santísima Virgen. Así,se puede considerar que Paulo Coelho no va en contra de la religión católica, sino contra todo extremismo, ahondando en los posibles puntos y entresijos de toda concepción. No rompe ningún dogma.
Pero, volviendo a una de las obras citadas ("El Zahír") y a la controvertida cuestión del rostro femenino de Dios,cabe señalar un dato de especial interés que,no obstante,ya se ha barajado en numerosas ocasiones.Me refiero al mito/milagro de lo acontecido en Lourdes a Santa Bernardette Soubirous.Todos sabemos que en la gruta del pequeño pueblecito francés (cuna de las peregrinaciones actuales) la joven asistió a la aprición de una imagen "ataviada con un vestido blanco,manto celeste y rosas amarillas en cada pie"; hasta ahí, todo bien.Lo que apenas ha llegado hasta nuestros días,por medio de numerosas fuentes, es que esas apariciones no eran de una mujer (como atestiguó en su momento la propia Bernardette), sino de una niña, de ahí que la Santa mostrase su oposición a la colocación de una estatuta en la gruta de Lourdes que representaba a una mujer.Aunque este hecho no o no ha sido demasiado controvertido debido a ¿política de intereses? No lo sé, sólo el tiempo lo dirá.
Ahora bien,con esto no quiero,ni mucho menos,desmitificar el mito o milagro de la Santísima Virgen, pues esta (como muchas leyendas y milagros han atestiguado) se ha presentado ante los seres humanos con forma de niña en numerosas ocasiones, lo cual no quiere decir en ningún momento que aquella aparición que presenció Bernardette no fuese la Virgen.
Dios, como bien se dice en el Evangelio, "tiene muchas moradas", y por tanto, tiene también muchos rostros.¿Por qué no un rostro femenino?En este punto, Paulo Coelho tan sólo sigue los dictados de su corazón,y sabe que en ocasiones el corazón lleva al final del camino y al origen de la verdad.
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