28.5.09

Cada vez menos...

Día 4 de Julio... 9 de la mañana... Día D... Hora H...

La posibilidad de obtener un resultado que llevo preparando desde hace casi dos años, la posibilidad de acceder a una plaza y de obtener un sueldo medianamente decente que, si bien no me confiere la posibilidad de vivir en medio de una burbuja de lujos, sí me permitiría vivir de forma más o menos holgada, accediendo a aquello por lo que tantos españoles luchan en la actualidad: un puesto de trabajo estable y fijo.

Las oposiciones se han convertido en el camino a seguir por un número cada vez más numeroso de personas, hasta tal punto que las que se han visto enriquecidas con esta situación han sido las propias academias, que han contemplado cómo sus aulas se llenaban inesperadamente por individuos jóvenes y no tan jóvenes a los que la situación actual se les antoja cada vez más incierta. Porque, si bien es cierto que con las oposiciones se renuncia a esa relativa libertad física que poseemos los seres humanos, eligiendo una soledad que en ocasiones llega a atenazar al opositor y futuro funcionario, la recompensa es mucho mayor de lo que en un principio pudiera parecer a simple vista.

Nos llaman "bichos raros", "ratones de biblioteca", por encontrarnos inmersos día sí día también en la insulsa rutina que es el estudio diario, en jornadas que a veces superan las diez horas de duración, sólo acompañados por nuestros libros, códigos, apuntes varios y demás enseres (algunos, totalmente innecesarios). Nos llaman "esclavos", y puede que tengan razón, pues somos esclavos de seguir un camino que no siempre es fácil, y que a veces se nos hace cuesta arriba. No sólo por el cansancio físico, sino por el espiritual. Porque no siempre los ánimos o el punto de vista con el que contemplemos nuestra rutina diaria es el mismo, de tal modo que podemos variar en cuestión de segundos: de la más honda tristeza al estado de euforia más elevado.

Y puede que sea verdad eso de que somos bichos raros, eso de enclaustrarnos día sí y día también, hasta tal punto de que a veces llegamos a soñar con nuestros "queridos códigos", apuntes y demás.

Con suerte, todo terminará este año... pero el verdadero camino estará a punto de comenzar. Ojalá todo vaya bien...

3 comentarios:

Cheto dijo...

Pues claro que va a ir bien, mi chiquitilla ^_^ este año te estás esforzando más aún y ya llevas experiencia previa, así que tus posibilidades han aumentado mucho.

Lo de que las academias se tienen que estar forrando en estos tiempos de crisis es una verdad como una catedral XD vaya, no sé si será un ascenso de clientes exacerbado, pero sí que tiene que haber un montón más de gente que se haya decidido por comprar un temario o apuntarse a unas clases.

Y por lo de las oposiciones en sí ... pues bueno, yo también lo estoy experimentando, en parte al menos, porque también estoy metido en el ajo :P pero es lo que te suelo decir, se sabe que es un camino y una elección dura, que a los demás les parece feo y mu complicao como es normal, que se podrían hacer cosas en el presente aparentemente más "suculentas" que preparar un futuro con las oposiciones, etc. pero al fin y al cabo es lo que decidimos voluntariamente y que, como cualquier otra cosa en esta vida, pues tendrá sus muchos beneficios como recompensa proporcional al esfuerzo realizado (porque si no los tuviera, ¿quién piensa que seríamos tan tontos como para haber decidido hacerlo? :P)

Ya queda apenas un mes para el examen, así que muchísimo ánimo! :) en realidad, cuando te has estado preparando tanto tiempo y ya tienes controlado el tema, lo mejor y lo que quiere uno es que llegue la fecha de hacerlo cuanto antes, ¿a que sí? ^_^ pues nada, antes de que nos demos cuenta ya estaremos montados en el ave rumbo a Madrid ;)

Periya dijo...

odos los días hay posibilidades de hacerse esclavo. La única recompensa de un suicidio social de esa categoría es el dinero; pero todo depende de cuánto se valore el dinero. Yo, por ahora, el euro lo valoro a 100 céntimos.
Olvidando el aspecto monetario, lo único que promete aprobar ese examen es una rutina, en principio, de por vida. Al final, la triste y débil mente humana, llega a creer que hace algo que le gusta y que "disfruta" de su rutina (digamos que se amolda). Si suspendes ese examen, tienes otra posibilidad de replantearte qué hacer con la fugaz existencia.
¿Se nota mucho mi inclinación?

Periya dijo...

Me he equivocado de lugar y momento para verter opiniones desconcertantes. El hecho, es que no creo que fuesen esas las palabras de apoyo que necesitas (aunque no pretendiera que lo fuesen), sin embargo, no debes valorar demasiado mis exaltadas opiniones en contra del orden y el sistema; porque tú eres de una condición diferente, así que, si crees encontrar lo que buscas en tu decisión, espero que lo consigas. Lo importante es alcanzar las metas que nos proponemos, eso es verdaderamente lo que importa, y si no se consigue a la primera, se insiste o se marca otra, pero nunca rendirse. Toda la demás ideología e inclinación, eso es únicamente la vestimenta de los actos.