3.5.06

El Misterio del Cristo de Mena Parte I


Pocos acontecimientos han suscitado más escritos en torno a la desaparición de una imagen que lo acontecido con el Cristo de la Buena Muerte y Ánimas, que tallara Pedro de Mena para el convento de Santo Domingo (a orillas del río Guadalmedina). Cabe señalar que el que actualmente se procesiona se trata de una copia del original tallado por Francisco Palma Burgos, por lo que se aprecian algunas diferencias apenas imperceptibles salvo para aquellos que viven la Semana Santa malagueña en toda su gloria. Y es que la posición de las piernas de esta talla es notablemente diferente con respecto a la antigua (la pierna izquierda reposa sobre la derecha y no al contrario), en tanto que los brazos son más largos.







A este respecto, hay que recordar que Pedro de Mena talló un Cristo con los brazos sensiblemente más cortos de lo habitual de forma consciente,pues quería que la imagen diese impresión de grandiosidad desde el lugar en el que estaría alojada (inicialmente, presidiendo un comedor; posteriormente, en el retablo mayor del convento). No obstante,y dado el gran número de fieles que se concitaron alrededor del Cristo, pronto fue trasladado a una capilla propia.

Creo que en la foto que adjunto, se puede apreciar estas aparentes imperfecciones de la talla, que no le restaban en absoluto encanto ni grandiosidad artística. En ella, podemos ver al antiguo Cristo de Mena, preparado para recorrer las calles de Málaga sobre el trono que tallara Francisco Palma García, en compañía de una Magdalena (también de Mena). La foto data de la Semana Santa de 1916.


Poco podían sospechar que, años después, tras la proclamación de la II República, la desaparición de esta imagen haría correr ríos de tinta de manos de un narrador y testigo de excepción de los hechos: Salvador González Anaya. Asimismo,nos centraremos en las declaraciones de un prestigioso pintor: Félix Revello de Toro.

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