15.12.09

Nuevas informaciones sobre el GP

Siempre me he preguntado por qué en algunas casas, la mañana del 25 de Diciembre, el árbol de Navidad amanecía cubierto por una extraña sustancia, pegajosa y pestosa. Pensaba que había sido debido a los excesos que la noche anterior hubieran podido cometer los habitantes de la casa o, simplemente, al rocío de la mañana.

Craso error...

Mi mente, siempre abierta al descubrimiento y a la investigación de lo oculto, se puso a examinar escrupulosamente las pruebas de la escena del crimen (sin tocar la sustancia, por supuesto). A mi lado, los del CSI, son puros aficionados.

Sólo me bastó encontrar un pelo blanco, más parecido a un vello púbico, que a un cabello humano. Rizado, pero lleno de piojos. Y a su lado, una pelusa roja.

Le confirmé los temores a mi amigo: el Gordo Pedófilo había visitado su casa y se había meado en su árbol de Navidad. Le recomendé que, en próximas ocasiones, cerrase puertas y ventanas para evitar que este engendro irrumpiese en su hogar con premeditación, nocturnidad y alevosía.


Cuidado con él. Aparte de pedófilo, se mea donde pilla. Y para muestra, un botón.



¡¡¡VIVAN LOS REYES MAGOS!!!
¡¡¡MUERTE AL GORDO PEDÓFILO
VESTIDO DE ROJO!!!


3 comentarios:

Cheto dijo...

Ojú, qué asco de (¿)hombre(?), esto ya sí que es lo que faltaba, mancillar de tan deshonrosa manera un símbolo de la navidad como es el arbolito, con todos sus adornos y lucecitas que nos recuerdan estos tiempos navideños...

Mavichi dijo...

Si tiene problemas de próstata, que se desahogue en su puñetera casa

Diego dijo...

Claro, por eso los adornos dorados en los lazos y envoltorios...