29.4.07

HOMMAGE APASSIONATA

Ayer, día 28 de abril tuve la oportunidad de disfrutar, en compañía de mi niño ^_^de uno de los mayores espectáculos ecuestres del mundo; me refiero, como dice el título del post a "Hommage Apassionata", que recaló este sábado en Málaga en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena.

El espectáculo estaba programado que empezara a eso de las 17.30 p.m., pero se retrasó un poco debido a ciertos problemas técnicos acontecidos con las máquinas expendedoras de entradas. No obstante, la espera mereció la pena...

En ambiente intimista amenizado por el humor andaluz del jerezano Bertín Osborne, caballos de todas las razas imaginables desfilaban ante nuestros ojos en distintos números de baile, combinados con representaciones teatrales y juegos de luces.

La primera puesta en escena estuvo representada por cuatro pura sangres (tres tordos y un precioso caballo de largas crines blancas) que comenzaron a recorrer la improvisada pista de albero con sus elegantes trotes. El ejemplar albo, en particular, iluminado por una tenue luz de color verde, parecía sumirnos en un ambiente mágico, cargado de cierta dosis de misticismo e irrealidad. Una maravilla para la vista, sin lugar a dudas...


A continuación, un número con telas y el llamado número de "Los Conquistadores", en la cual los actores (hombres y caballos) recrearon las justas de la edad media para, poco después, darnos paso a los caballos andaluces con la representación de "Garrocha". Una auténtica caracterización de picadores en plena faena torera que, ataviados con sus trajes de corto, nos hicieron volar con la imaginación a una corrida de toros imaginaria. Seguidamente, la atmósfera se vio amenazada por un improvisado toro (una bailaora de flamenco) que bailó junto a un pura sangre andaluz de pelaje azabache, al son de ritmos flamencos.

La nota de agilidad lo pondría "Viva México", con la aparición de un guacho manejando diestramente su lazo. Una muestra de agilidad y pericia que, sin exagerar, hizo que todos los allí presentes nos levantáramos de nuestros asientos para aplaudir semejante muestra de destreza con el lazo. ¡Y es que la maestría del gaucho era tal que incluso hizo girar el lazo alrededor de su montura! (Por cierto, que el caballo era muy tranquilo).

¡Y a mover el esqueleto! Danzas caribeñas a través de un pequeño poney de shetland de largas crines blancas. En su pequeño cuerpo cabía más ritmo que en las maracas.Pero no todo fue baile, ya que también hubo momentos para las sonrisas. La nota de humor la pusieron los jinetes norteamericanos, que protagonizaron un número cómico junto a un caballo de largas crines de color negro azabache que incluso participó de la broma...

Siguió el espectáculo de danza con los corceles lusitanos y la danza del fuego, con los árabes, en la que se combinaron diferentes modalidades de danza clásica con danzas orientales.

Pero ninguno podíamos sospechar lo que aún estaba por venir...

Tras un receso de unos quince minutos de duración, fuimos transportados, a través de la voz de una soprano de origen islandés, a las heladas costas de Islandia, donde un barco vikingo nos amenazaba. Pero (me encantó) aparecieron cuatro veloces y hermosísimos caballos islandeses que simularon una batalla entre los vikingos y sus caballistas. Sobra decir que la puesta en escena, el juego de luces y sombras, y la música (sobre todo la voz de la cantante) fueron determinantes para que semejante espectáculo llegara a calarme tanto.
Y no podía faltar una revista de Broadway y el mismísimo Al Cappone!!! El público retrocede a los años 20 del siglo pasado. Con el estilo del legendario Cotton Club, los mafiosos suben al escenario a lomos de impresionantes ejemplares frisios. Los miembros de la banda del famoso y temido Al Capone danzan con los pesados pero soberbios caballos, piafando junto a vivaces bailarines de claqué. La tensión va in crescendo: se nota en el aire que algo está a punto de ocurrir... Y ocurre, pues llega la policía para detenrlos a todos. Pero su corcel es mucho más rápido, ya que no deja escapar a nadie de la banda.

Oh!! Aquí llega Al Cappone con su temible poney de shetland, un pequeño ejemplar de tamaño no superior a un caniche que hizo las delicias de los asistentes con sus cabriolas y sus gracias. (N.A.: Nunca pude imaginarme que existieran poneys tan pequeños como éste!!).





¡Éxtasis! ¡Suspense! Los jinetes apocalípticos y los bailarines aparecen sobre el escenario y prenden fuego a una sobrecogedora cruz en llamas. Un redoble de tambores da paso a los corceles de fuego. ¡El público no pudo dar crédito a sus ojos cuando vieron a los corceles atravesar el fuego con sus jinetes!




En fin, una verdadera experiencia para los sentidos. Y, desde luego, con opciones a que se repita en un futuro no muy lejano ;)



5 comentarios:

Diego dijo...

Bueno, se ve que os ha gustado mucho el espectáculo. Parece que ha sido una mezcla entre el circo de toda la vida y... bueno, los caballos. Muy chulo!

Cheto dijo...

Sí, la verdad es que estuvo mu bien ^_^ todo muy bonito y cuidado hasta el más mínimo detalle.

Por cierto, genial descripción la que has hecho del espectáculo peke :)

Los monjes con el fuego partían la pana XD y a la soprano ... ole, ole y ole!

Mavichi dijo...

:P Gracias,mi niño!!!

La verdad es que no había otras palabras que lo describiesen mejor...

Hay que vivirlo,sin duda!!!

Anónimo dijo...

Sinceramente me alegro de leer algun comentario positivo de appassionata, ire a verlo la semana que viene, y solo he leido comentarios negativos, me encantan los caballos y me fastidiaria llevarme un chasco.
No acabe de leer, porque no quiero saber que pasa exactamente, pero me alegro de ver que a alguien le ha gustado.

Mavichi dijo...

A nosotros,por lo menos,nos gustó mucho. Sobre todo esa fusión del hombre con el caballo y la belleza de los animales.

Te la recomiendo;)