Aunque Penélope Cruz me caiga realmente mal, he decidido hacer un recorrido por el cine español de los últimos veinte años (puesto que es el momento en que, realmente, ha alcanzado difusión a nivel internacional), haciendo también referencia a otras películas que han marcado la historia audiovisual en nuestro país.
La primera es una de las que más me han gustado (y no sólo por sus protagonistas masculinos), puesto que la Historia (o,mejor dicho, tragicomedia) ha alcanzado renombre universal gracias a su novela homónima: "La Celestina", cuyo verdadero nombre es "La Tragicomedia de Calixto/Calisto y Melibea".
La película, del director Gerardo Vera, se ambienta en el siglo XVI, en pleno apogeo del movimiento renacentista y en una ciudad española cualquiera. Calixto (Juan Diego Botto), joven acomodado del lugar, se enamora perdidamente de Melibea (Penélope Cruz), una joven doncella (de abolengo linaje) que, en un principio, lo rechaza duramente. Y es que la voluntad paterna, la dignidad y la castidad son cualidades que Melibea atesora por encima de todo.
Ante el despecho de la joven, Calisto se ve obligado por su criado Sempronio (Nancho Novo) a acudir a una vieja alcahueta del lugar: Celestina (interpretada magistralmente por Terele Pávez), la cual pondrá todos los medios a su alcance para ganar los favores de Melibea para Calisto (a veces, por medio de la magia negra) y, de paso, llenar sus bolsillos con la candidez de ambos jóvenes.
El amor triunfa, claro está, pero el final de la historia es trágico, como todos sabemos: Celestina, muerta a manos de los criados de Calisto; los criados de Calisto (Sempronio y Pármeno), decapitados; Elicia y Areúsa (las despechadas y desconsoladas novias de los criados), locas de dolor y clamando venganza contra los amantes, a los que creen culpables de todo; Calisto, desnucado al saltar una tapia (será...!!!); y Melibea (quizás, el personaje más inocente y cándido de todos), muerta también, al suicidarse arrojándose desde una torre ante sus atónitos padres y tras conocer la muerte de Calisto.
En múltiples ocasiones se ha destacado la sensualidad de Pé en esta película, pero yo creo que el papel femenino más destacado es el de Maribel Verdú, que da vida a una más que bellísima y sensual Areúsa, una de las "chicas" que "trabajan" para Celestina. Las escenas que comparte con Jordi Moyá (Pármeno) contienen una fuerte dosis de erotismo y, sobre todo, de lucha entre la pasión y la razón.
La primera es una de las que más me han gustado (y no sólo por sus protagonistas masculinos), puesto que la Historia (o,mejor dicho, tragicomedia) ha alcanzado renombre universal gracias a su novela homónima: "La Celestina", cuyo verdadero nombre es "La Tragicomedia de Calixto/Calisto y Melibea".
La película, del director Gerardo Vera, se ambienta en el siglo XVI, en pleno apogeo del movimiento renacentista y en una ciudad española cualquiera. Calixto (Juan Diego Botto), joven acomodado del lugar, se enamora perdidamente de Melibea (Penélope Cruz), una joven doncella (de abolengo linaje) que, en un principio, lo rechaza duramente. Y es que la voluntad paterna, la dignidad y la castidad son cualidades que Melibea atesora por encima de todo.
Ante el despecho de la joven, Calisto se ve obligado por su criado Sempronio (Nancho Novo) a acudir a una vieja alcahueta del lugar: Celestina (interpretada magistralmente por Terele Pávez), la cual pondrá todos los medios a su alcance para ganar los favores de Melibea para Calisto (a veces, por medio de la magia negra) y, de paso, llenar sus bolsillos con la candidez de ambos jóvenes.
El amor triunfa, claro está, pero el final de la historia es trágico, como todos sabemos: Celestina, muerta a manos de los criados de Calisto; los criados de Calisto (Sempronio y Pármeno), decapitados; Elicia y Areúsa (las despechadas y desconsoladas novias de los criados), locas de dolor y clamando venganza contra los amantes, a los que creen culpables de todo; Calisto, desnucado al saltar una tapia (será...!!!); y Melibea (quizás, el personaje más inocente y cándido de todos), muerta también, al suicidarse arrojándose desde una torre ante sus atónitos padres y tras conocer la muerte de Calisto.
En múltiples ocasiones se ha destacado la sensualidad de Pé en esta película, pero yo creo que el papel femenino más destacado es el de Maribel Verdú, que da vida a una más que bellísima y sensual Areúsa, una de las "chicas" que "trabajan" para Celestina. Las escenas que comparte con Jordi Moyá (Pármeno) contienen una fuerte dosis de erotismo y, sobre todo, de lucha entre la pasión y la razón.
En resumen, gran película, y gran adaptación, tanto por la verosimilitud de los guiones, como por la gran elección de vestuarios y decorados.
1 comentario:
Hablando en plata: forniqueo por todos lados!!!
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