16.3.08

Semana Santa de Málaga: Domingo de Ramos

Es un poco tarde, ya que me hubiera gustado poner este post ayer por la noche, pero las circunstancias no han querido que lo pusiera hasta el día de hoy, ya que he estado ocupada... viendo procesiones, obviamente :P


El día ha comenzado, como todos los años, con la llamada "cofradía de los Niños", la cofradía de la borriquita... La popular "Pollinica" hizo nuevamente su entrada a una nueva Jerusalén improvisada en las calles de Málaga, ante la expectación de miles de personas que inundaban las calles para ver al Señor de la Pollinica avanzar con paso lento pero seguro. Tras Él, María Santísima del Amparo seguía la estela de su Hijo con una mirada cargada de dulzura y una sonrisa que dejaba escapar tímidamente de sus labios. Lo más destacable: el famoso "paso pollinico" del trono de la Virgen, genialmente llevado (N.A: Paso pollinico; consiste en dos pasos adelante, mecida de izquierda a derecha y, nuevamente, dos pasos hacia adelante, saliendo con el pie izquierdo).


Justo después del paso de la Pollinica por la Alameda principal, María Santísima de Lágrimas y Favores (de las Reales Cofradías Fusionadas) efectuaba su salida de la parroquia de San Juan, ejecutando una difícil maniobra para recorrer las calles aledañas de dicho templo. No obstante, el buen hacer de los hombres de trono supo, un año más, hacer que la Virgen luciera espléndida en su trono procesional, haciendo que su manto se meciese grácilmente, al mismo compás que las bambalinas de su palio, recién bordado. Una Virgen de dulce semblante que, en pocos años, se ha hecho con el corazón de los malagueños, y que lleva como mayordomo a un malagueño de pro: Antonio Banderas.



Posteriormente, la Hermandad del Dulce Nombre comenzaba su recorrido por las calles de Málaga, partiendo desde el llano de Capuchinos, con el Cristo de la Soledad a la cabeza. Avanza con su rostro levemente inclinado, ni siquiera la compañía de dos soldados judíos ni del apóstol San Pedro (que reniega de él sin titubear), puede enturbiar esa soledad. Soledad de aquel que, pese a estar en compañía, se siente abandonado...


Pero la grata sorpresa de este año se produjo por la primera aprición en el panorama cofrade malagueño de María Santísima del Dulce Nombre, cotitular de la cofradía homónima. En un trono adaptado para ella (cedido gustosamente por la Cofradía de Viñeros) y con unas barras de palio ejecutadas por el taller de oficios de la cofradía del Prendimiento, la Virgen del Dulce Nombre hizo su gran aparición en unas calles atenazadas por un calor impropio para el tiempo que estamos, iluminándonos con la dulzura y belleza de su rostro más que los propios rayos del sol.


Posteriormente, la cofradía del Huerto iniciaba su andadura junto a la parroquia de Santo Domingo. El Cristo, atribuido a Fernando Ortiz, parecía querer consolarse en el pueblo malagueño por las fatídicas palabras que el ángel que lo acompañaba parecía murmurarle. De su conversación, tan sólo un mudo testigo: el olivo.


El mismo olivo que figuraba en el manto de la Virgen de la Concepción que, con su mirada fija en el cielo, parecía implorar un perdón, una ayuda que nunca llegaría...



Lejos, en la Iglesia de san Pablo, cuya torre se alzaba orgullosa sobre nuestras cabezas, como si quisiera rozar la cúspide celestial, la Hermandad de la Salud hacía acto de presencia, de la mano del Santísimo Cristo de la Esperanza en su Gran Amor, como primer crucificado de toda la Semana Santa y obra del ya famoso imaginero hispalense Luis Álvarez Duarte, autor igualmente de María Santísima de la Salud, Virgen guapa donde las haya. Y es que la Virgen de la Salud, en su trono, con la candelería encendida, está para chillarle de guapa.





En la rampa de Capuchinos, Málaga se transforma en Getsemaní, en el huerto donde Jesús fue apresado y entregado por uno de los suyos. Judas, con su beso, ha firmado la sentencia del Maestro, y Él acepta su destino con mirada triste y meditabunda, amparado por una Madre que todo lo perdona. Una vez más, Jesús del Prendimiento y María Santísima del Gran Perdón, vuelven a mostrar el fervor de una cofradía que cada año nos deslumbra con un desfile lleno de buen hacer, sobriedad y elegancia.


Y una Victoria, convertida por un momento en la antigua Iglesia de la Merced, el Señor de la Humildad comparece ante el pueblo de Málaga para escuchar de labios de Pilatos la sentencia final, la sentencia de muerte, la sentencia que cambiará el curso de la humanidad... Claudia Prócula, mujer del procónsul, se lamenta, porque sabe que condena a un inocente, al Rey de Reyes. Pero el Señor de la Humildad no dice palabra alguna; escucha tristemente, pero perdojna de corazón... Tras Él, Nuestra Señora y Madre de la Merced, la belleza hecha serenidad, unas lágrimas que perfilan un rostro moreno, una boca que deja exhalar un gemido por el destino de su Hijo... Un puñal que atraviesa su corazón.


Ha comenzado la Semana Santa...


3 comentarios:

Nazaret Rebram dijo...

Es bochornoso lo que sufrió el Prendimiento por calle Ollerías. Que los hermanos tuvieran que mover una furgoneta para que los tronos siguieran su camino, parece del siglo pasado.

La Semana Santa es un gran momento para presumir de la ciudad de Málaga...

Mavichi dijo...

Lamentablemente, muchos no ven la Semana Santa así... Si supieras la de cosas que he oído decir a la gente estos días, y la cantidad de panfletos en contra de la Semana Santa que he visto en algunas de las calles por donde procesionan las hermandades... Te quedarías asombrada....

Me da pena y tristeza, la verdad, porque es una de las cosas que son seña de identidad propia de Málaga y de lo que podemos presumir una vez al año. Y que haya desaprensivos y sinvergüenzas que hagan las cosas simplemente por hacer daño... Vamos, yo flipo... Con no ir al centro y no verla, tienen bastante!!!

Y lo que pasó con el Prendimiento, yo no llegué a verlo (ví lo que pasó con el Dulce Nombre, que también tuvieron problemas con uan furgoneta :S ), pero me parece indignante...

Diego dijo...

Como todos los Domingos de Ramos, yo me quedo con el buffet chino con el tío Pedro :D

(La cabra tira al monte)