24.10.08

El Caballo Rojo

Para hablar del "Caballo Rojo", hay que referirse a él utilizando las letras mayúsculas, sin temor de caer en la exageración, pues todo lo que de este lugar se cuente, es poco.

Situado junto a la Mezquita de Córdoba, en el famoso barrio de la Judería, un típico patio cordobés, adornado profusamente con flores multicolores y plantas de verdes y brillantes hojas, nos saluda y nos presenta el lugar en el que vamos a vivir, quizás, una de las mejores experiencias gastronómicas de nuestra vida: "El Caballo Rojo".

"Quien viene por Córdoba y no pasa por "El Caballo Rojo", comete un pecado capital...", me comentaba siempre mi padre.

Al principio, consideraba su comentario como una exageración de las gordas, pero cuando fuí al sitio en cuestión, tuve que tragarme mis palabras; y es que mi padre no exageraba.

Al margen de ser un sitio de calidad, y en la que los precios son un tanto elevados, debo decir que la atención que dispensan al cliente es exquisita, al igual que la comida que allí te sirven. Y es que, aunque pueda parecer lo contrario, los platos (además de estar bien presentados), están bien servidos (y bien cocinados). Saborear tales delicias, no es un placer, sino un verdadero deleite, que te obliga a cerrar los ojos para poder saborear mejor la danza de sabores que se aloja de inmediato en tu paladar.

Pero lo bueno de todo, se hizo esperar al final, como suele ocurrir con todo. Y es que, al finalizar nuestra cena, nos acercaron un inmenso carrito en el que podíamos apreciar más de 15 postres diferentes, entre: tartas, dulces, frutas variadas, etc.

Mi hermano, hombre de buen comer, parecía sumido en una nube de placer y tenía los ojos un tanto nublados. Ante su actitud, le preguntamos lo que le pasaba y nos respondió:

"Joder, es que de lo bien que estoy comiendo, voy a llorar de felicidad..."

Y es lógico. No era sólo la comida, ni el ambiente, ni el servicio... Era todo...

Sin lugar a dudas, cuando vuelva a Córdoba, volveré a pasarme por "El Caballo Rojo", cita obligada para todos aquellos que desean vivir una auténtica experiencia gastronómica con letras mayúsculas. Y es que, como dijo mi padre:

"Quien viene por Córdoba y no pasa por "El Caballo Rojo",
comete un pecado capital..."

2 comentarios:

Diego dijo...

Yo voy a dar ideas y voy a poner la página web:

http://www.elcaballorojo.com/

¿Fácil, no? Más fácil es salir de ese sitio satisfecho :D

Es el mejor restaurante en el que he comido en mi vida, que casi lloro. Nunca olvidaré el entrecot que me comí "ese día", ni el postre de turrón... En la web pone que son recetas únicas, originales de este restaurante... no sé si será verdad, pero para mí como si lo fuera XD

We have to go back XD

Cheto dijo...

¡Viva el Caballo Rojo!

He estado allí sólo una vez, pero me pasa igual, el plato de jabalí que me metí entre pecho y espalda no se me olvidará en la vida XD qué bueno!!!!!! ^_^

Y de postre recuerdo que comí alguna tarta, pero es que había tantas y tenían tan buena pinta todas que es difícil acordarse de cual era :D

Pues la verdad es que sí, yo creo que se puede nombrar como el mejor restaurante en el que hemos comido juntos, toda una experiencia para el paladar en el mismito centro de Córdoba, ole!, ole! y ole!!!!

Mu buen post Mavi, la verdad es que el Caballo Rojo se lo merecía, muchas gracias por habérselo dedicado :)

Ah, y apoyo fervientemente el "we have to go back" ;)