1.12.08

Campaña Anti-GP

Comienza oficialmente la campaña anti Gordo Pedófilo y pro Reyes Magos, los reyes de la Navidad por excelencia (y por mucho que me digan que los niños son los reyes de la casa). Error!!! Los Reyes auténticos son los Reyes Magos, y no podemos permitir que una tradición yanki que utiliza al esclavo por excelencia de la Coca-Cola se haga con el poder y la hegemonía de unas fiestas que cada año transforma en consumismo puro y duro.

Y no os fiéis de sus aparentemente buenas intenciones, pues no son tan buenas como aparentan ser. Porque, ¿quién me dice que un tío que entra a las casas sin llamar y sin pedir permiso es bueno? ¿Entrar por las chimeneas es símbolo del consentimiento tácito por parte de los moradores? ¿No sería mayor muestra de consentimiento que le dejasen una copia de las llaves? Aunque, claro, el tío es tan frío y tan calculador que no le hace falta nada de eso, pues posee una llave maestra que le permite, cuando su gordo y apestoso culo no cabe por las chimeneas, entrar impunemente en las casas de sus víctimas por la puerta principal. Así se hace, artista, creyéndote rey sin serlo...

Pues que sepas que no descansaré hasta meterte en chirona, acusándote, cómo no, de allanamiento de morada en toda regla.

Y este año, que sepas que estoy dispuesta a cumplir mi promesa!!


¡¡¡VIVAN LOS REYES MAGOS!!!
¡¡¡MATEMOS AL GORDO PEDÓFILO
VESTIDO DE ROJO!!!

1 comentario:

Diego dijo...

La leyenda de que su traje es rojo es totalmente falsa: es negro como el ojo del culo de Eto´o. Aunque en su origen fuera de un irrintante carmesí, se ha vuelto oscuro e indefinido por la acumulación del ollín de las chimeneas y de las mierdas de arrastrarse por oscuros callejones y pasadizos para colarse en casas ajenas. Además, no se lo lava porque así puede camuflarse entre las sombras.

Otra leyenda dice que sí, que es rojo, para recordarle a la sangre que un día corrió por sus venas y arterias y que hoy están repletas de corrupción, malas intenciones y un egoísmo exacerbado que no entiende de piedad o compasión. Sólo fluye por ellas la codicia y la violencia con la que comete sus actos, y la cobardía con la que los oculta.

Gordo de mierda...