Cuatro letras para rendirle homenaje a uno de esos cantantes que, guste o no guste el mundillo operístico, se le tenga mayor o menor apego, todo el mundo conoce. Hoy ha muerto en Módena a las cinco de la mañana el celebérrimo Luciano Pavarotti. Tenía 71 años y un cáncer de pancreas se lo ha llevado en dos años (por cierto, el seguimiento de la enfermedad ha sido muy parecido al que tuvo en su día Rocío Jurado).
Era de los más grandes. Descanse en paz.
Era de los más grandes. Descanse en paz.
3 comentarios:
Te me has adelantado, Antonio!!
Aunque creo que eres tú quién mejor puede rendirle a Luciano el homenaje que se merecía.
La voz nació en círculos muy humildes de Módena (Italia), pero con el apoyo de su padre, que le hizo amar el arte lírico e iniciarse en los estudios del bel canto, pudo conseguir su primer debut en el año 1961.
Fueron famosos sus papeles en Rigoletto y Aída (para mí, los mejores que un tenor ha realizado sobre un escenario). No obstante, su mejor papel fue el de "Tonio", en "La hija del Regimiento" (obra de Gaetano Donizetti), con su difícil aria de nueve notas (el famoso "do de pecho").
Antaño, era Frank Sinatra el artista mundialmente conocido como "la voz", pero en los círculos lírico, "la voz" era sin duda Pavarotti.
Hoy, la voz se ha apagado en vida, pero su leyenda sigue viva.
Hasta siempre, maestro.
Por lo menos Pavarotti no ha hecho falta reconocerle méritos al morir, porque él sí que se los ha ganado en vida (otros cadáveres parecen ser más geniales que cuando estaban vivos).
Sinceramente, no he escuchado mucho la interpretación de Pavarotti, pero sí que es cierto que es conocido por todos y creo que todos tenemos una imagen entrañable y carismática de su persona.
Aunque no pueda decir que lo puedo constatar, sí que se ha ido un grande (no sólo en el sentido literal de la palabra :P).
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