14.1.09

Los Hermanos Grimm: Su macabro mundo

Pocos son los que ignoran la existencia de una serie de narraciones catalogadas como "Cuentos de Hadas" creadas por los archiconocidos hermanos Grimm, dos hermanos alemanes célebres por sus narraciones para niños y por haber contribuido a la difusión de historias tradicionales de su Alemania natal.

Lo que pocos saben es que estas deliciosas historias que han marcado tantas generaciones, han diferido bastante en cuanto a su aspecto original. Y es que, a pesar de que todas estén marcadas por la transmisión de lecciones morales, en sus orígenes, estaban marcadas con cierto carácter macabro.

Pongamos, por ejemplo, el caso de la conocida historia de "Hansel y Gretel (y la Casita de Chocolate)". La historia nos situa en una época catalogada por un período de suma pobreza en la que en las aldeas germanas se llegó a practicar el infanticidio, quizás para librar a los hijos de una existencia miserable en la que la esperanza de vida era muy baja. En esta ocasión, y a diferencia de lo que nos ha llegado hasta estos días, es la madre biológica de Hansel y Gretel (y no la madrastra, como teníamos entendido), la que "obliga" a su marido a abandonar a los niños en el bosque, para evitar morirse de hambre. En aquellos tiempos, que una madre pudiera cometer esa atrocidad de cara al público, era algo impensable, que escapaba completamente de la mentalidad social. Quizás, por esa razón, la madre se convirtió en madrastra en la versión actual.

La comida era una constante preocupación en este cuento: la madre intentaba matar a sus hijos para evitar el hambre de ella y de su marido y la bruja construyó su casa de alimentos y deseaba comerse a los niños.

Por otro lado, en "Blancanieves y los siete enanitos", volvemos a encontrarnos ante el mismo caso: es la madre y no la madrastra de Blancanieves la que quiere acabar con la vida de su propia hija, celosa de la belleza y la admiración que despierta la joven princesa. El final de la obra también es algo diferente al que nos ha llegado en la actualidad. Así, a la madrastra le calzaron unas zapatillas de hierro ardiente al rojo vivo y fue obligada a bailar con ellas hasta caer muerta.


En el siglo XIX no podían aceptarse estas madres despiadadas, que no coincidían con la imagen de la madre de la época, de modo que se hizo necesario sustituirlas por madrastras.

Una de las hermanastras de "La Cenicienta", para que le cupiese el pequeño zapato de cristal, se cortó un dedo del pie, pero una paloma le advirtió al príncipe que se fijara en la sangre que estaba goteando del zapato; la otra hermanastra se cortó el talón, pero otra vez el pájaro advirtió de la sangre que manaba del pie. El castigo de las hermanastras también fue especialmente cruel: sus ojos fueron arrancados por unos cuervos. (NOTA: En la versión creada por Perrault, las hermanastras son perdonadas por Cenicienta y llegan a casarse con dos nobles de la corte el mismo día en que Cenicienta se casa con el príncipe).

En "La niña sin manos", un molinero hace un trato con el diablo para conseguir salir de la pobreza. A cambio, deberá cortar las manos a su hija. Como, además, el diablo le amenaza con llevárselo al infierno, el molinero termina obedeciendo y mutilando a la niña.

Tampoco el contenido sexual era sutil. En "Rapunzel", la protagonista es "vendida" a una malvada bruja por sus propios padres a cambio de unos pocos rábanos. La bruja la mantuvo encerrada en una torre, aislada, hasta que un príncipe la oyó cantar y comenzó a visitarla todas las noches, escalando la torre por la trenza de la muchacha. El resultado de esas visitas será que Rapunzel se queda embarazada de gemelos.

Cuando los hermanos Grimm se convencieron de que aquellos cuentos iban realmente destinados a ser leídos a un público infantil, decidieron realizar una versión un poco más "descafeinada" de sus historias, que son las que nos han llegado. Y es que, después de todo, aquellos cuentos, por muchas lecciones que transmitiesen, no eran demasiado recomendables para ser leídos a los niños...

3 comentarios:

Cheto dijo...

Buf, pues la verdad es que sí que tenía que dar yuyu ser niño y leer esas cosas. Muchos niños seguro que no dormirían por la noche XD

De todos modos, es curioso como historias duras y crueles, evitando esos elementos posteriormente han llegado a convertirse en cuentos y fábulas tan tan famosos para niños (de los que se han hecho pelis, etc. etc.).

Interesante post ;)

Diego dijo...

Ya conocía lo de Hansel y Gretel y su canibalismo encubierto, pero el resto de orígenes no me sonaban. Es curioso ver como la misma historia puede convertirse en algo de signo totalmente opuesto con un poquito de deliciosa censura :D

No me quiero imaginar entonces la verdadera historia del Ratoncito Pérez...

Cheto dijo...

O las leyendas y las pelis sobre el GP!! Seguro que también tienen todas deliciosa censura, con lo que todavía puede ser aún más aberrante su persona XD