Es una ordinariez llamarla así: "Lola", pero los que estamos cerca de Ella todas las semanas, podemos permitirnos el lujo de llamarla de ese modo, ya que es lo mismo decirle "Lola" que "Dolores".
En este caso, María Santísima de los Dolores Coronada, mi Virgen de la Expiración. Una Imagen que hoy día se ha convertido en una de las que produce mayor devoción en nuestra Semana Santa de Málaga; sobre todo cuando, cada Miércoles Santo, recorre las calles de la capital de la Costa del Sol a bordo de ese barco que le sirve de trono, tomando como marco incomparable la Alameda Principal y acompañada por los sones del himno "Coronación", que el maestro Artola creó para Ella especialmente.
Como ya recordarán algunos, la Virgen dejó nuestra Cofradía allá por octubre del pasado año para someterse a un proceso de restauración iniciado por parte del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Y, como no podía ser de otro modo, el proceso ha sido todo un éxito, pues la Virgen ha recobrado aquel aspecto original que ya en el siglo XVIII hizo que se hiciera con un pedacito del corazón de todos los malagueños.
Atrás han quedado las manchas de cera, las capas de pintura policromada que ocultaban a los ojos de sus fieles su verdadero rostro, sus cejas negras y anchas... Hoy, la Virgen de los Dolores se nos muestra como una bellísima "Dolorosa" del siglo XVIII; con la piel blanquísima, esos labios sonrosados por los que parece dejar escapar un suspiro por su Hijo, esos ojos entrecerrados, esas cejas delineadas tan sólo con suaves pinceladas.
Si no apreciáis, la diferencia, aquí os dejo un enlace con su estado antes de la restauración ejecutada, para que podáis comparar mejor ;)
Cuando la ví por primera vez, me dijeron: "La Lola ha ido a que le hagan una limpieza de cutis".
Par algunos de los más acérrimos defensores de la terminología y prontuario cofrade, esta descripción de la restauración puede parecer chocante, merdellón y hasta barriobajero; pero, en mi opinión, ésta ha sido una de las cosas que le han hecho a la Virgen: limpiarle su hermoso cutis de las capas de pintura que impedían que apreciásemos la policromía original de su divino rostro.
Preciosa, como siempre, está la Señora en su camarín. Tan sólo iluminada con la suave luz de las velas que siempre la acompañan, como si de nuestras almas se tratase, la Virgen de la Expiración está para chillarle de guapa.
En este caso, María Santísima de los Dolores Coronada, mi Virgen de la Expiración. Una Imagen que hoy día se ha convertido en una de las que produce mayor devoción en nuestra Semana Santa de Málaga; sobre todo cuando, cada Miércoles Santo, recorre las calles de la capital de la Costa del Sol a bordo de ese barco que le sirve de trono, tomando como marco incomparable la Alameda Principal y acompañada por los sones del himno "Coronación", que el maestro Artola creó para Ella especialmente.
Como ya recordarán algunos, la Virgen dejó nuestra Cofradía allá por octubre del pasado año para someterse a un proceso de restauración iniciado por parte del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico. Y, como no podía ser de otro modo, el proceso ha sido todo un éxito, pues la Virgen ha recobrado aquel aspecto original que ya en el siglo XVIII hizo que se hiciera con un pedacito del corazón de todos los malagueños.
Atrás han quedado las manchas de cera, las capas de pintura policromada que ocultaban a los ojos de sus fieles su verdadero rostro, sus cejas negras y anchas... Hoy, la Virgen de los Dolores se nos muestra como una bellísima "Dolorosa" del siglo XVIII; con la piel blanquísima, esos labios sonrosados por los que parece dejar escapar un suspiro por su Hijo, esos ojos entrecerrados, esas cejas delineadas tan sólo con suaves pinceladas.
Si no apreciáis, la diferencia, aquí os dejo un enlace con su estado antes de la restauración ejecutada, para que podáis comparar mejor ;)
Cuando la ví por primera vez, me dijeron: "La Lola ha ido a que le hagan una limpieza de cutis".
Par algunos de los más acérrimos defensores de la terminología y prontuario cofrade, esta descripción de la restauración puede parecer chocante, merdellón y hasta barriobajero; pero, en mi opinión, ésta ha sido una de las cosas que le han hecho a la Virgen: limpiarle su hermoso cutis de las capas de pintura que impedían que apreciásemos la policromía original de su divino rostro.
Preciosa, como siempre, está la Señora en su camarín. Tan sólo iluminada con la suave luz de las velas que siempre la acompañan, como si de nuestras almas se tratase, la Virgen de la Expiración está para chillarle de guapa.
¡¡¡VIVA LA VIRGEN DE LOS
DOLORES CORONADA!!!!
DOLORES CORONADA!!!!
1 comentario:
Ya sabes que yo no soy mu cofrade que digamos ... pero ciertamente sí que se aprecia la diferencia en las fotos y ahora la han dejado mu bien :) me alegro por los miembros de la cofradía (contigo incluida), que supongo que estarán contentos con la vuelta de su virgen ^_^
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