Ahí va:
"Sola en mi habitación,recordándole,escribo palabras en mi mente; sola en la orilla del mar,mirando a un cielo que parece querer abrazar a la inmensidad azul del Mediterráneo para confundirse con sus aguas.El cielo apenas se diferencia del mar,salvo por algunas nubes que, tímidamente,parecen querer aferrarse como pequeños jirones a las costas de un continente que apenas vislumbro.Un continente con unas playas muy similares a las nuestras,pues están bañadas por el mismo mar,que no por la misma cultura.
En esas orillas,cubriría mi rostro con el velo de la virginidad para aferrarme a un universo nuevo que me impediría expresar mis sueños,mis ansiedades,mis inquietudes y estas ilusiones que anidan en mi corazón.Aun así,la imagen de esa persona,aunque no la conociera,permanecería grabada en mi mente.
Normalmente,la espera es la que nos da alas para soportar el amargo trance de la separación,la que hace que los lazos se vuelvan más férreos y sólidos, pero también la que puede destruirlos.Y es que la distancia hace el olvido...
Una vez creí amar a alguien con todo mi corazón, alguien que sólo jugaba conmigo buscando esa parte de él que no tenía; la parte de su orgullo que quería sentirse halagada, la parte de una hombría perdida que realmente nunca estuvo ahí.Hizo manar mi sangre y yo taponé la herida con mis manos;luego me las lamí... porque aquella era mi sangre,la sangre de mis padres,la sangre de mi hermano,la sangre de generaciones de mí misma.
No volví a verter sangre, me hice la promesa de renegar por siempre del género humano,hasta tal punto que llegué a odiar a los hombres.Y es que a veces el daño de una vida en otra tarda mucho en cicatrizar hasta tal punto que algunas heridas dejan huellas en nuestro cuerpo,pero son mayores las de nuestra alma,mente y corazón.En ese largo camino de odio,aprendí el camino del amor y el perdón.
Aprendí a perdonar los mayores males que pudieran causarme y mis propios errores,pues el ser humano tiene el derecho a equivocarse las veces que haga falta, siempre y cuando sepa rectificar su error, siempre y cuando aprenda de esos errores para seguir actuando en virtud de los dictados del amor y su corazón. Aprendí el camino del amor,pues el perdón se basa en el amor;aprendí a amar lo que tenía y lo que no tenía,pues a veces hay cosas que,aunque no se tengan y sólo se contemplan,nos causan alegría de estar vivos.
Tener todo lo más importante del mundo sin llegar a poseerlo,saber esperar la llegada de las cosas sin forzar la producción de los acontecimientos futuros,saber respetar la libertad de aquellos quenso rodean con los límites del amor.No se ama lo bastante hasta que uno no aprende a respetar la libertad de aquellos que ama,pues aunque el amor sea una entrega total libre entre distintas personas no significa coaccionar la voluntad de aquella persona que nos adora en pos de conseguir objetivos que satisfagan nuestro propio orgullo.Y tampoco se ama por necesidad; en esos casos,hablamos de dependencia.
Yo hoy siento amor,siento calidez en mi pecho, siento alegría...aunque sé que no le tengo.Pero aun así,lo llevo en mi corazón y esa es mi mejor equipaje,pues se trata de algo que nunca arrojaré al mar para que se pierda entre recuerdos en blanco y negro.
Será un lastre,será una carga... o tal vez no lo sea.El caso es que... soy feliz teniéndolo,sabiendo que no lo poseo,que su voluntad y la mía son libres para decidir amar y para decidir vivir".
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