14.3.06

Los amantes de Teruel

Una vez más, pretendo acercarme a una historia con claros tintes de leyenda; una historia que para muchos tiene un significado que traspasa frontera, una historia que se basa en algo que pudiera ser un mito y que, sin embargo, es real: el amor que traspasa fronteras. Fui testigo de excepción del descanso de esos dos cuerpos momificados que, no pudiendo unirse en vida, se unieron con la muerte para descansar en un inquebrantable y apretado abrazo.


Leed,prestad atención, y soñad...




"Manos que no se rozan, serenidad profundacon que un día la muerte vuestro rostro selló.Dormid, dormid Amantes: vustro cuerpo circunda la tierra turolense que vida y muerte os dió.
En el blanco sepulcro que teruel ha labradocon piedra de ilusiones y con cincel de amor,dormid,dormid Amantes, que en un pueblo enamoradohará que en vuestra tumba siempre brote una flor.
Siempre brote una flor . . . "
Los Amantes de Teruel, ¿realidad o ficción?, para muchos la presencia de los restos no es suficiente; esta sección está dedicada tanto a los excépticos que no creen en la historia, como a aquellos estudiosos que desean saber más sobre la realidad histórica de los Amantes.
La leyenda de los Amantes de Teruel procede de una antigua tradición.
En 1555 se descubrieron las momias enterradas en la capilla de San Cosme y San Damián. Junto a ellas, según el testimonio posterior del notario Yagüe de Salas, apareció un documento antiguo que recogía el suceso.

Juan de Ávalos esculpió las estatuas yacentes bajo las que reposan ahora las momias. La fría serenidad de los Amantes, cuyas manos no llegan a juntarse, es símbolo de un amor que desborda los conceptos humanos.
La historia de los Amantes ha sido transmitida por los turolenses de padres a hijos. Pero como ocurre siempre que se trata de determinar científicamente la historicidad de los hechos, hacen falta datos precisos, claros y seguros. En el caso de la tradición amantística hay muy pocos.
TRADICIÓN
En la ciudad de Teruel vivían Diego Marcilla e Isabel de Segura. Se conocieron desde muy niños, él era de pobre ascendencia y ella pertenecía a una de las familias más ricas de la localidad, con el paso de los años, la amistad se convirtió en amor...
Un día Diego tuvo que partir a la guerra, se alistó como soldado en los tercios del emperador.Pero el destino les estaba tejiendo una telaraña de desdichas. Isabel tenía una prima con la que había hecho vida familiar, Elena. Un día vio a Diego y al instante quedó prendada de él, aún sabiendo los lazos que unían al mancebo con su prima, llena de pesadumbre, urdió un medio para que el muchacho quedase libre y pudiera ser suyo.Había en la ciudad un noble caballero, don Fernando de Gamboa que, si bien amaba a Isabel, no se sentía muy seguro de ser correspondido. Un día Elena contrahizo la escritura de Isabel en una misiva y, llamando a una vieja criada, la envió con dicho papel a casa de don Fernando. Éste, sorprendido, vio una luz de esperanza y en lugar de partir de la ciudad como tenía previsto, pensó quedarse. Durante varios días rondó la casa de Isabel. De nuevo Elena envió recado en nombre de Isabel, que ignoraba los turbios manejos de su prima.Así fue pasando el tiempo y los padres de Isabel juzgaron que ya era hora de dar en matrimonio a su hija. Sabían del cariño que existía entre la joven y Diego, pero considerando lo humilde de su origen, vacilaron. Don Fernando de Gamboa había manifestado al padre el amor que sentía por su hija y, en cierta ocasión se presentaron al mismo tiempo Diego y don Fernando a solicitar la mano de la doncella. Hablaron los dos, exponiendo don Fernando lo noble de su apellido y las riquezas de su hacienda.

Diego habló así:
- "No tengo riquezas ni noblezas; más desde niño me habéis tenido en vuestra casa y sabéis que amo a Isabel y que ella me corresponde".
Respondiéndole el padre de la doncella:
- "No puedo concederte la mano de Isabel pues sería cambiar lo dudoso por lo cierto, la buena casa y la estirpe de don Fernando por la de un joven sin nombre ni fortuna"
- "No es justo, noble Segura, respondió Diego, que neguéis a quien os ama como un hijo una oportunidad para ganar con el brazo lo que la fortuna le negó por su nacimiento. Dadme un plazo, aunque sea corto, y yo os demostraré lo que valgo"
El padre de Isabel quedó pensativo y le respondió:
- "Bien, de acuerdo, esperaré un plazo de tres años con tres días. Si en ese tiempo vuelves con nombre y riquezas, o con nombre tan solo, Isabel será tuya. Pero ni una hora más esperaré"

Diego aceptó lleno de alegría. Cuando Isabel y Diego se encontraron, anunció Diego:

"Sé que antes de que haya transcurrido el plazo he de volver, y entonces serás mi esposa y nada habremos de temer"

Y Diego partió a Barcelona, que entonces estaba llena de soldados. Se alistó en uno de los Tercios y embarcó hacia Cartagena. Allí salió con su compañía para las tierras de África, demostrando prontamente el valor que le animaba. Viaje tras viaje, logró que el César le otorgase la banda de alférez y una Orden que ennoblecía su nombre
Entretanto, en Teruel, la prima Elena no había cejado en su tarea de separar a Isabel de Diego. Un día comunicó al padre de ésta que le habían llegado noticias de la muerte de Diego. Mucho dolor sintió el anciano y, tomando precauciones, se lo comunicó a Isabel, quien no podía creer la noticia de esa muerte, algo en su interior le decía que no era cierto. Y le pidió a su padre que aplazara la boda hasta el último momento, lo cual le concedió.El día que expiraba el plazo y se celebraron las bodas, Isabel ya estaba resignada y aceptó de buen grado la mano de don Fernando. Dos horas después del vencimiento del plazo, entraba en Teruel a todo galope Diego Marcilla... había llegado a toda prisa, reventando caballos, pero demasiado tarde. Esperaba que el noble Segura no hubiera sido rígido en el cumplimiento del pacto, y cuando llegó y vio las paredes alhajadas con ricas colgaduras y la servidumbre de gala, comprendió que su desdicha estaba consumada. Entonces penetró en la mansión subiendo a los aposentos de Isabel, ya preparados como cámara nupcial. Se ocultó debajo del lecho esperando a que llegara el matrimonio, que una vez despedidos por los familiares se dispusieron a acostarse.

Cuando lo hubieron hecho, Diego, para impedir que se consumara la unión, tomó una mano de Isabel, la cual sintió un gran sobresalto, dando un grito. El marido preguntó si le ocurría algo y ella, turbadísima y reconociendo la mano de Diego, pidió al marido que bajase a buscar un frasco de sales.Cuando ella quedó a solas con Diego, el cual, cayendo de rodillas ante ella, le recordó su amor, reprochándole su poca constancia, ya que debía haber esperado a su vuelta. Ella, aún sintiendo gran alegría de verle, le dijo:

- "Ha sido la voluntad de Dios y no la fortuna la que ha hecho que te retrasaras en la llegada. Te he esperado hasta el último momento, ahora, desgraciadamente ya nada puedes obtener de mi. Casada estoy ante el Señor y no puedo faltar a mi honor partiendo contigo."

Él insistió, y al levantarse para marchar, se desplomó como herido por un rayo. Terrible fue para Isabel ver morir tan repentinamente a su amado y más fuerte todavía la sorpresa de don Fernando al encontrarse con un hombre muerto en su cámara nupcial y a Isabel pálida y pronta a desvanecerse. Ella le explicó lo sucedido, jurándole por lo más sagrado su inocencia. Entonces él, creyéndola, determinó sacar de allí el cuerpo del infeliz Diego y, aprovechando las horas de la noche, dejarlo en la puerta de su casa. Así lo hizo, siendo ayudado por la propia Isabel. Al día siguiente, horrible fue la sorpresa de los padres del infortunado joven. Por la ciudad corrió la noticia como un reguero de pólvora siendo los comentarios numerosos y diversos.Los funerales se celebraron con gran concurrencia de personas que comentaban la infausta suerte de don Diego. De pronto se presentó Isabel y un rumor acogió su llegada. Venía pálida, vestida con sus más lujosos trajes y adornos. Durante la misa permaneció arrodillada con el rostro entre las manos. Al finalizar el oficio de difuntos se aproximó al catafalco y, ante el asombro de todos, inclinándose sobre el cadáver de Diego, depositó un apasionado beso en sus labios.Cuando don Fernando y sus criados acudieron, advirtieron que Isabel estaba echada de bruces sobre el difunto y, queriéndola levantar, advirtieron con espanto que también había muerto de repente. Todos los asistentes se sintieron ganados por la lástima y don Fernando, transido de dolor, dijo:

- "Fue la voluntad de Dios que Diego e Isabel no se uniesen en vida. Pero su mano ha conducido al ángel de la muerte para unirlos en el otro mundo. Que se entierre juntos a los esposos que lo fueron en la condición hasta que yo me atravesé en su camino."

Y así, juntos, se dio sepultura a los cuerpos de Diego Marcilla e Isabel de Segura, a los que la leyenda llamó desde entonces "Los amantes de Teruel".


EL PROTOCOLO DE YAGÜE
El documento se encuentra en el libro de protocolos del notario Juan Yagüe de Salas correspondiente al año 1619, en los folios 128r-138v de numeración original y 112r-122v moderna a lapiz.
La importancia que se dió al descubrimiento en su día viene reflejada por los tres lugares en que se anotó: en la primera hoja, en la rúbrica y en el índice final. En todos ellos se lee, con pequeñas variantes, la siguiente inscripción:
"En este año se hallaron los Amantes de esta ciudad. "
El libro de protocolos, que ha estado perdido durante tantos años, se conserva actualmente en el Archivo Histórico Provincial (signatura 2.108 )

REAPARICIÓN DEFINITIVA DEL PROTOCOLO DE YAGÜE
Ya hemos señalado que permaneció perdido o semioculto durante más de trescientos años, con todas las conclusiones negativas que esto acarreó. Por eso, su redescubrimiento fue recibido con júbilo por los amantístas y vino a demostrar que pese a involuntarios descuidos, la tradición turolense no carecía de documentos auténticos.
Efectivamente, el 9 de febrero de 1958, cuando Caruana estaba corrigiendo las pruebas de imprenta de su articulo Los Amantes de Teruel ¿Traducción? ¿Tradición? ¿Historia?, tuvo la inmensa alegría de encontrar, entre los códices del archivo notarial de la ciudad, el libro de protocolos de Juan Yagüe de Salas.
Sin dudarlo un momento, añadió a su trabajo la reproducción fotográfica del documento. Es, pues la primera vez que se dió entero el protocolo, pero no su transcripción. Como explica el mismo Caruana, al redactar su artículo, había utilizado la edición de Gabarda.
A pesar del trascendental descubrimiento , decidió mantenerla como tributo al gran amantista decimonónico, introduciendo solamente unas ligeras correcciones teniendo a la vista el original. Este trabajo, junto con la reproducción fotográfica, se incluyó en el volumen conmemorativo del cuarto centenario del descubrimiento de las momias de los Amantes, como ya hemos dicho.
Resulta ,por lo tanto, que la transcripción de Caruana reproduce esencialmente la de Gabarda, incluso la notarificación de Herrero y las legalizaciones de Morata y Lucía que, por supuesto, no se hallan en el protocolo de 1619.
Volvió a publicarlo en su libro popularizante Los Amantes de Teruel: Tradición turolense con estudio y anotaciones, donde suprime, con buen criterio, las certificaciones del notario y los escribanos.
Después de él, varios estudiosos han reproducido los diversos textos amantísticos conocidos, bien en su totalidad, bien limitándose, por lo común, a la Historia de los Amantes de Teruel antigüa. De todas las ediciones, la más interesante es la que hicieron De la Vega y Sotoca en 1977, donde dieron los tres protocolos notariales existentes.
Tomando como base el texto de Yagüe, añadieron en nota las variantes de Hernández y Lardies. Pero la transcripción es muy insegura, dejando sin consignar uno de los tres interlineados. Queda por hacer todavía una edición verdaderamente completa del protocolo.
EL PAPEL DE SAN PEDRO
La derivación más significativa del documento de Yagüe, aunque también la más desafortunada. fue el llamdo Papel de San Pedro. Su nombre original es Historia de los Amantes de Teruel, pero el hecho de que se encontrara su manuscrito en el archivo de la iglesia de San Pedro ha motivado el cambio de título con que actualmene se conoce.

El primero en dar noticias de su existencia fue Isidoro de Antillón. Lo encontró en el archivo en 1806. Hoy está perdido, pero sabemos su contenido gracias a que el indicado erudito lo copió en sus estudios históricos sobre los Amantes.

Sotoca, que recoge la mayoría de los datos conocidos sobre la tradición amantística, dice que en el libro de rentas del capítulo de racioneros de San Pedro hay una nota alusiva al manuscrito, que se guardaba en el archivo de esa parroquia, pero añade que actualmente no está allí.

Debe considerarse definitivamente perdido, a no ser que un golpe de suerte lo haga reaparecer, como ha ocurrido en alguna ocasión con los documentos amantísticos.

Dicha nota es importante, pues revela el valor que sus poseedores atribuían a tan amañado documento. Lo presentan como la verdadera y fiel copia de la historia de los Amantes de Teruel.

Como veremos, no es ni verdadera ni fiel. Generalmente se cree que sólo contenía la Historia de los Amantes de Teruel ampliada. Pero si se lee con cuidado la obra de Antillón, se comprueba que iba seguida del resto del protocolo. El Papel de San Pedro era pues, un documento como el de Yagüe, destinado a demostrar la realidad histórica de los Amantes por medio de las consabidas pruebas del papel, la tradición y los cadáveres.

Pero a algún canónigo de San Pedro le debió parecer que la narración incluida en el protocolo era demasiado seca y decidió ampliarla. La mejor solución que hallo el anónimo refundidor, sea quien sea, fue copiar la Historia antigüa con bastante fidelidad hasta el episodio de las bodas y continuar, a partir de ahí, con una detallada descripción de los hechos.

Para ello, acudió a la Epopeya trágica que el mismo Yagüe había escrito sobre los Amantes, tomando de aquí no sólo la idea general, sino versos y frases enteras copiadas al pie de la letra.
El resultado fue una historia muy completa y bastante lograda literariamente, pero poco convincente para demostrar la antigüedad de la tradición.

Las consecuencias para la credibilidad del relato fueron funestas. Cuando Antillón analizó este documento, detectó enseguida la mezcla de palabras arcaicas -las de la Historia antigüa- con frases y expresiones modernas - las de la Epopeya trágica-. Por eso, concluyó que se trataba de un papel de letra de ayer que no demostraba nada.

Aquella desfortunada amalgama de textos a nadie podía convencer. Pero era bonita, interesante y completa. De ahí que se haya conservado en la tradición oral moderna en combinación con las interpretaciones dramáticas del siglo de oro.

En consecuencia, auque es una relación muy interesante, su utilidad para demostrar la historicidad de los sucesos resulta prácticamente nula. Los críticos modernos, por lo general, la han rechazado.
ESTUDIOS RECIENTES
Los estudiosos de esta leyenda apuntan a que se parece mucho a uno de los cuentos del Decamerón de Boccaccio, que a su vez es recopilación de una leyenda anterior. Es una prueba más de la constancia del corazón humano y de la fe que tiene la humanidad en el AMOR. La leyenda de LOS AMANTES DE TERUEL ha sido reescrita más de 20 veces por plumas tan prestigiosas como la de Tirso de Molina, que la han llevado a la poesía, a la novela y al teatro. Y como broche de oro, el maestro Tomás Bretón la elevó a la dignidad de la ópera: inspirada en la obra de Harzenbusch, con libreto del mismo maestro Tomás Bretón y dividida en cinco actos, se estrenó en el Teatro Real de Madrid el 12 de febrero de 1889.

2 comentarios:

Cheto dijo...

Muy buen artículo Mavichi, te felicito ^_^ me ha gustado mucho.

Dentro de mi culturilla general, pues sabía que había algo conocido como "los amantes de Teruel" pero poco más, no conocía toda la historia que había tras ellos y ni siquiera lo de que estuvieran enterrados con estatuas en los sepulcros de esa manera, dándose la mano. Es una historia trágica pero bonita en el fondo.

Muy bueno también el estudio de los distintos escritos que existen o han existido para dar veracidad a la historia o simplemente relatarla. Enhorabuena de nuevo ;)

Mavichi dijo...

jajaja!! lo cierto es que es una historia complicada en el fondo, ya que no he incluido todos los escritos que existen para dar veracidad a la historia, pero creo que estos que incluyo son, sin lugar a dudas, los más representativos.

lo cierto es que me gusta mucho esto de desgranar la historia,y mucho más demostrar la veracidad de hechos aparentemente legendarios.